Por FELIX BETANCES.
No me había referido a este tema, a pesar de que siempre lo he considerado de extrema importancia, no tan solo para nuestra región, sino para el País en general, ya que conozco desde mi infancia, una enseñanza que me regalara un viejito cuando me dijo: “Mi hijo, el progreso y el desarrollo, llegan por carreteras”.
Es de consenso casi general que la carretera Cibao-Sur, debe construirse, Santiago-San Juan de la Maguana ya que se aplicaría la Ley física que establece que “la distancia más corta entre dos puntos, es la Recta que los une”. Si me equivoco, me corrigen por favor.
No entraré en detalles acerca de las ventajas o beneficios que esto aportaría a ambas Regiones ya que de eso mucho se ha hablado, me referiré específicamente a las oposiciones que los grandes proyectos siempre encuentran, de quienes se consideran los mejores y más auténticos dominicanos, principalmente cuando las cosas pretenden o persiguen beneficiar a los que menos tienen o menos pueden.
Es como por Arte de magia que aparecen los Genios, que amparados muchas veces en su sapiencia y otras veces en el poder de las influencias, se empeñan en demostrar con elementos razonables y hasta científicos, que tal o cual cosa no procede. Estos generalmente, hacen creer que actúan en los mejores beneficios y la preservación del propio pueblo, pero hay que ver esto con una visión muy profunda.
Es cierto que todo en la vida tiene sus contrariedades, pero este pueblo ha sido siempre manipulado a la manera de los que lo han dominado, yo no diría ni siquiera que lo han gobernado porque gobernar es ejercer el poder con distribución equitativa para todos y en el nuestro, ha sido todo lo contrario.
Acabo de leer con gran desconsuelo, las declaraciones de un gran intelectual dominicano, el historiador Frank Moya Pons, en las que hace una exposición, expresando en forma abierta, su oposición a la anhelada carretera Cibao-Sur, la cual según él, tendría un altísimo costo económico y ecológico para el País, y lo peor de todo, es que en una forma muy inteligente para él, indica cuatro posibles alternativas, ninguna de las cuales sería la más favorable a la causa, y a lo que uno se pregunta: Por qué antes no se planteó la solución de alguna de ellas, si era tan factible?.
No me convence ese “patrio-dominicanismo tan trivial; es bueno que sepa el Dr. Moya Pons al igual que otros que tambien se oponen, que vivimos en la misma República Dominicana, pero que son otros los tiempos y son otras las mentalidades de sus habitantes que ya no usan taparrabos.
Por experiencia sabemos, que detrás de esas oposiciones, casi siempre se esconden otros intereses y que solo el tiempo se encarga de descubrir. Ojalá y que no sea este el caso y que por el amor de Dios, dejen a este pueblo progresar. ¡Suéltenlo ya, que se construya por San Juan!.
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