caminos vecinales.
El gobernante dijo que en una semana encabezará otro encuentro, en un lugar céntrico, capaz de acoger a una gran cantidad de personas, para analizar cómo se canalizarían estos recursos que, por su cuantía, deben ser otorgados mediante un mecanismo y una tasa que garanticen a los productores y cosecheros incrementar su producción y asegurar su retorno.
Medina se reunió en esta ocasión con representantes de asociaciones y federaciones de productores, cosecheros y agricultores de tabaco de la apartada comunidad de El Limón, que representan a unos 1,868 miembros que incluye a Villa González, El Limón y otras comunidades de la Cordillera Septentrional. La comunidad de El Limón está enclavada en pleno corazón de la Cordillera Septentrional, a unos 12 kilómetros de Villa González.
Los productores y cosecheros de tabaco creían que el encuentro sería con el ministro de Agricultura, Luis Ramón Rodríguez, pero grande fue su sorpresa cuando vieron al mismísimo presidente Medina acomodarse junto a ellos bajo una vieja rancheta de zinc y yagua y conversar con ellos sobre sus principales necesidades.
Tan pronto se corrió la voz sobre la presencia del presidente, la vieja rancheta próxima a la casa del tabaquero Santiago Jiménez (Chago) se vio colmada por cientos de personas. Un productor, citando a Pedro Francisco Bonó, dijo al presidente que el tabaco es uno de los productos más democráticos, por la gran cantidad de mano de obra que utilizan en su siembra, cultivo y elaboración de productos.
Tras decir esto, el campesino agregó: “Le agradecemos que usted esté pensando en los tabaqueros, porque contribuyendo con este sector, usted está contribuyendo con la disminución de la pobreza, que es una de sus grandes propuestas en su programa de gobierno”.
Es la primera vez que un presidente de la República visita el lugar, lo que fue resaltado por todos los tabaqueros que hablaron. Medina les comunicó que la semana entrante el ministro de Agricultura coordinará el lugar y el día de la próxima reunión con las cuatro federaciones de tabaqueros.
Además del financiamiento por 100 millones de pesos, le solicitaron al Presidente Medina la reparación de caminos vecinales y la adquisición de maquinas despalilladoras.
En relación a esta última solicitud, el Presidente dijo que no quiere que las maquinas sustituyan a las mujeres.
Resaltó que su idea inicial era facilitar 16 máquinas despalilladoras, pero que al llegar y escuchar los argumentos de las mujeres despalilladoras, se dio cuenta que el problema es mayor y que necesita ser analizado con detenimiento.
“No quiero que las máquinas sustituyan a las mujeres; quiero ver cómo ustedes hacen el compromiso para que estas máquinas despalilladoras no sustituyan a las mujeres. Quiero que sepan que yo vine a ayudarlos, vine aquí para apoyarlos, pero me han sorprendido porque no esperaba una petición de tanto dinero, y además, tengo el conflicto de las mujeres (que serían sustituidas por las máquinas despalilladoras); en la próxima reunión les traeré soluciones; quiero que en la próxima reunión incluyan a los representantes de los demás sectores, incluyendo a las mujeres agrupadas, porque sé que tienen una asociación de mujeres despalilladoras”, subrayó.
Informó que el ministro de Agricultura estará presente en la próxima reunión que sostendrá con los sectores productivos y de las diferentes comunidades de la zona. En ese nuevo encuentro se determinará qué hacer con la ayuda oficial que se les otorgará.
“Vamos a determinar si vamos a financiar los cien millones a una tasa baja, porque no podemos regalarlos, porque entonces cómo podríamos ayudar a los demás y, además, el dinero regalado, de la misma manera que llega, se bota o se desperdicia. Ahora, vamos a ver si podemos prestárselos a una tasa de tres por ciento anual, que no sea, obviamente, de un sesenta por ciento. En esa próxima reunión vamos a hablar con todos, pero tenemos que buscar un lugar céntrico para que todos ahí lo decidamos, cómo los vamos a ayudar”, resaltó el presidente de la República.
Medina explicó que no quiere ayudar a nadie de manera individual, sino colectiva, porque “es necesario que todos ustedes puedan trabajar para que mejoren sus niveles de vida”.
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